Unas pinzas y ya está! El tendedero
de Sara es el lugar ideal para fotografiar un quilt recién terminado. Y si no amenazara lluvia, lo hubiera dejado colgado para contemplarlo desde
el porche. Recordaría las horas cosiendo con Inés en la distancia Tardes de Otoño.
No es cien por cien fiel al diseño original. Creo que debemos dejar una cierta huella en
lo que hacemos, sobre todo si es un proyecto hecho con amor, compartiendo
mensajes, fotos e ideas, como en RUMS.
Me encanta el pueblo de Sara,
encaja con mi concepto de “paraíso”. Este concepto jamás tuvo que ver con playas de
arenas blancas y cóctel con sombrilla. En algún rincón de mi mente donde almaceno
archivos de mis programas vitales, existe una gran carpeta llena de imágenes
como éstas:
¿Qué mi paraíso es poco glamuroso? Cierto, pero nada tan perfecto como el silencio tras los gruesos muros, nada tan relajante como el crepitar del fuego, nada tan alegre como los cencerros de las vacas y nada tan glorioso como un Montilla y un plato de jamón. Puro glamour campestre.