Pequeños Proyectos

En general me gustan los proyectos de largo recorrido. Disfruto planeando, buscando las telas adecuadas, probando cambios… A veces, incluso los desestimo cuando tropiezo con ese obstáculo, aparentemente insalvable, que me hace perder la ilusión de ponerme manos a la obra (y nunca mejor dicho). Los pequeños proyectos los reservo para cuando dispongo de escaso tiempo para la aguja y el dedal.

Esta semana pasada he andado un poco liada así que  he aprovechado para entusiasmarme con este bolsito de verano. Sí, seguramente es un poco infantil, tanto el bolso como mi entusiasmo pero es algo que se echa de menos en estos días de noticiarios llenos de malas nuevas. El motivo de la bolsa lo saqué del libro Costura para decorar la casa y en origen era una bolsa de pinzas pero me pareció igualmente apropiado para mi “pequeño proyecto”.

Cierro esta entrada ya: me espera en el sofá un té americano con pastas empiñonadas, el quilt de casitas que estoy acolchando y una recomendable película sobre el paso de la vida y el amor. La historia de varias mujeres entretejiendo pasado, presente y futuro en una colcha de patch. ¿El título?: “Donde reside el amor”

Martes de Patch

Aunque hace ya unas semanas que finalizaron los talleres, los martes seguirán siendo día de patch.  Según abríamos las bolsas iban surgiendo como salidas de una caja de sorpresas todo tipo de labores: colchas de bebé, cojines, mantas de sofá, neceseres… cada una en un estadio diferente: recién empezadas, recién acabadas, casi ultimadas…

Todas las técnicas presentadas por María (muchas!!!) fueron  rápidamente convertidas  en proyectos de camisetas, regalos para los nietos,  monederos… y a la  semana siguiente surgían de nuevo de las bolsas las primeras labores acabadas. El ritmo de trabajo ha sido tan intenso como el runrún de las conversaciones alrededor de la mesa. El patch nos reunía durante esas dos horas, para continuar luego en la sobremesa, acompañadas por una serie de televisión o en las horas robadas al sueño... 

Pili y Olga comparten algunas de sus muchas labores de este año. Pili, muy modestamente les resta importancia, pero espero que estas fotos le hagan justicia. El curso pasado hizo montones de camisetas con aplicaciones y unas muñecas Tilda preciosas.

Por su parte, Olga atesora un sinfín de proyectos acabados, empezados y otros muchos que esperan su momento. Es tal su dedicación y capacidad que, a pesar del poco tiempo del que dispone, seguro que antes del verano estarán todos terminados.

Cuando las cosas encajan

Paseaba esta mañana por el parque y pensaba que a veces, con grandes dosis de paciencia las cosas acaban encajando por sí mismas.

Esa es la historia de este bolso recién acabado. Iba a ser un bolso tipo victoriano, pero al montarlo el patrón resultó ser demasiado pequeño para la boquilla que había comprado, así que lo arrinconé en la estantería de los proyectos abandonados.

Más tarde llegó un collar de cuentas marrones que rescaté el mes pasado de un puesto del rastrillo de Zorrozaurre. Le faltaba el cierre pero tenía personalidad y con un pequeño arreglo quedaría genial. Ayer les llegó a los dos su momento. Juntos quedan bonitos y le dan al bolso un cierto aire retro, remarcado por el cierre de imán en forma de flor.

Regresé a casa pensando si la paciencia nos ayudará a salir de este momento económico que vivimos, o si el momento acabará con nuestra paciencia…

Tarde de lluvia

Llueve tras el cristal y la tarde discurre tranquila con los ronquidos de Lola a mi lado en el sofá como única banda sonora. Disfruto de una reconfortante  taza de té  mientras juego con mis retales  buscando la combinación ideal. Visto desde fuera, o desde el otro lado de la pantalla, podría parecer una absoluta pérdida de tiempo pero para cualquiera que comparta el gusto por los tejidos, por el color y por todo aquello hecho con amor seguro que resulta apetecible.

En fin…  que estoy enfrascada en Retales Sorpresa un quilt multicolor muy acorde con la estación. Está sacado del libro de Becky Goldsmith y Linda Jenkins, 100 Irresistibles Bloques. Espero que se convierta en una bonita manta de sofá bajo  la que soñar con nuevos proyectos…

Dije proyectos? Eso me recuerda que tengo pendiente montar un anillo inspirado por Pili, que un buen día apareció por clase con unos imaginativos anillos de botones cosidos a una goma elástica. La idea me pareció tan buena que inmediatamente la copié adaptándola: un precioso botón de nácar salvaje y dos cuentas brillantes para un anillo único y… muy asequible.

Anochece y sigue lloviendo...