domingo, 26 de abril de 2015

Besos de Pueblo

Ayer visitamos a Sara en el pueblo.  La chimenea  encendida, un guiso en la chapa y fuera la banda sonora habitual: cencerros, piar de pajaritos, mugidos, cloqueos y algún que otro rebuzno. A falta de una buena caminata por los alrededores, nos sentamos a contemplar la huerta-jardín de Amali. Los dientes de león tapizaban el suelo en contraste con el terreno preparado para acoger cebollas, brócoli, alcachofas y demás…


Por la mañana, había madrugado para preparar una empanada y envolver un pequeño obsequio que cosí para Sara.











Antes de comer nos acercamos para ver las nuevas gallinas de Maribel pensando en futuras tortillas de patatas hechas con huevos “de verdad”. A la vuelta comida y partida de Rummikub. 





Era tarde cuando llegamos a casa. Nos despedimos con Besos de Pueblo. Sara los llama así. Son sonoros, repetidos y de verdad.



domingo, 19 de abril de 2015

Grandmother´s flower garden

A estas alturas de la primavera deberíamos estar aprovechando los días de sol, para hacer salidas al campo con un bocata y la cámara, pero… aquí estoy… en casa con “la pata quebrada”. Nunca había tenido tanto tiempo para coser y el acolchado del grandmother´s flower garden quilt avanza a marchas forzadas. A este ritmo, estará acabado y rematado para final de mes.





Estoy disfrutando muchísimo y me encanta cómo está quedando. Fue mi primer gran proyecto. Telas y más telas, hexágono a hexágono y flor a flor hasta llegar a las medidas finales. Cuando acabe de acolchar, lo fotografiaré al aire libre, picnic incluido.


Y el que no se consuela es porque no quiere: me pongo un té con ricas pastitas regalo de Sara, me acomodo entre cojines en el sofá y buceo entre los archivos buscando compensaciones visuales a este encierro forzoso. Flores y más flores de tantos jardines botánicos visitados a lo largo de los años. Diseño natural en estado puro. 







domingo, 12 de abril de 2015

Slow Living

Me levanto pronto. Desayuno con un libro. Entra el sol por la ventana de la cocina. Me tumbo en el sofá y coso. Hojeo una revista. Leo mis blogs favoritos. No hago ningún plan e intento que triunfe el optimismo. Si no fuera porque casi no ando y apenas salgo a la calle podría decir que estoy de vacaciones. La nevera rebosa de tuppers llenos de comida rica que amigos y familia nos traen gentilmente. Me siento cuidada, querida y casi malcriada.


Mary me trajo unas rositas azules de raso, busqué una tela a juego y le hice esta bolsa que rellené con conservas caseras y chocolate. Un pequeño detalle para agradecer sus grandes gestos. 











También he cosido otra bolsa, esta vez  de papel, para presentar los baberos de la nieta de Sara.



La bandeja de “PENDIENTE” está prácticamente al día aunque me quedan semanas de recuperación por delante…


lunes, 6 de abril de 2015

Cuidado con lo que Deseas


Siempre he supuesto que el repartidor de deseos es alguien sobrecargado de trabajo, sin apenas tiempo de leer la letra pequeña del deseo y mucho menos de preocuparse por las circunstancias del que desea. Por todo ello, cuando pido algo importante, intento ajustarlo con montones de detalles e instrucciones de montaje tipo IKEA.

Hace un par de semanas pedí muy a la ligera “un bono de tiempo libre” y fatalidades de la Vida, el deseo me ha sido concedido. Venía en caja grande con un par de muletas y una férula azul marino. Y aquí estoy. 


Ahora dispongo de todo el tiempo del mundo: no paro de leer, de ver películas, y coso tanto, que he terminado el último bloque de la colcha.







En fin, un ligamento roto da para mucho…  Seré más cuidadosa la próxima vez porque ya se sabe que, lo que deseamos puede convertirse en realidad.