Luis, un querido compi de trabajo, me vacilaba anunciando mi marcha como "la toma de posesión de la reina de Haití". No se equivocaba. Reino
en esta desértica y enorme terraza con vistas al mar, al centro de la ciudad, a
las favelas de hormigón y a las mansiones a medio deconstruir. Aún instalándome, haciendo hogar con lo poco que he traído. ¿Cómo sintetizar en un par de maletas toda una vida a la europea? Me viene a la mente la frase de Lao Tse "El agua lo vence todo porque se adapta a todo".
Cuando compré esta tela en internet, enviada desde la India, no pensé que viajaría tanto. He forrado con ella un bote de patatas americanas. Las mariposas son, cómo no?, chinas. Será nuestro pequeño botiquín "made in globlalización" y el motivo de mi visita semanal a RUMS.
Mientras escribo suena Amparanoia al máximo volumen que soporta el altavoz: “La fiesta que tengo la llevo aquí. La tengo, la llevo aquí…”. He decidido que sea el himno nacional de este reino. Alegre, reivindicativo, facilón… “No estamos de paso, no somos fracaso”.