Necesitaba comprar papel de regalo y me acerqué al centro. Marabunta de gente entrando y saliendo de conocidas tiendas clónicas que desorientan y homogeneizan las ciudades.
De or. inc.
1. f. Población masiva de ciertas hormigas migratorias, que devoran a su paso
todo lo comestible que encuentran.
2. f. Conjunto de gente alborotada y tumultuosa.
Hago mi compra y huyo a casa. A vista de pájaro podríamos parecer hormigas avariciosas acarreando bolsas cargadas de soledad y falsos amuletos contra los males del espíritu.
Cierro la puerta, y tras el efusivo saludo de Lola, me pongo un delantal y preparo un quiche de bacon y puerros. Mientras se hornea, envuelvo una camiseta que hice esta semana. Sencilla, única y cargada de cariño. Gracias por cuidarme Mary.
La camiseta preciosa!!!! Me encanta!!! y el quiche tiene una pinta deliciosa..mmm!!! que rico!! Besos
ResponderEliminarGracias Isabel pero no puede ser más sencillo lo de hacer aplicaciones a máquina. El quiche riquíííísimo. Besitos
EliminarEsther es preciosa, que guapa y contenta estará tu amiga.
ResponderEliminarQue manos tiene tienes, no solo para la costura en la cocina tampoco te quedas atrás.Me está llegando el olorcito de esa quiche tan tostadita, que rica!!
Yo vivo en el centro de la ciudad y me guste o no he de convivir a diario con mareas humanas o como tú bien dices marabuntas, hay días que me escaparía bien lejos.
Buen fin de semana, un beso.
Para corresponder a todo lo que me quiere y cuida tendría que hacerle vestuarios enteros! Es un placer tanto cocinar como comer. Viva la vida tranquila lejos de las aglomeraciones y los problemas. Un abrazo
EliminarQué preciosidad de casitas con sus banderitas de fiesta!!
ResponderEliminarTu texto me ha hecho recordar una frase que dice"la gente cuando es infeliz e insegura de si misma compra más"
un beso!!!
Gracias Xandra. Creo que la vida sencilla proporciona más felicidad que cualquier shopping. Un besito
EliminarNo compartiremos paz dominical pero sí esas huídas rápidas tras comprar lo necesario. ¿Cómo ha podido la sociedad evolucionar hacia estos hábitos de consumo y más teniendo en cuenta desde dónde lo ha hecho (la triste escasez de nuestros abuelos, la medida prudente de nuestros padres)? ¿Cómo establecer un punto de partida, de referencia y retomar cierta coherencia? Tremendo tema de trasfondo amplio y profundo...
ResponderEliminarMenos mal que lo dulcificas con unas aplicaciones veraniegas, frescas y elegantes, de las que me ha gustado especialmente ese delineado a máquina, imperfecto, en plan lápiz a mano alzada) y una quiche para comenzar la semana con alegría en las papilas gustativas.
Un placer en todos los sentidos.
Un beso.
Me lo pregunto montones de veces Elena y estoy de acuerdo contigo: pasar de la posguerra, a la contención en el gasto, caer en el derroche de lo innecesario, en esta infelicidad de bolsas llenas.
EliminarNunca había probado aplicar con un simple pespunte pero viendo las ilustraciones de las casetas de playa no me pude resistir. Un abrazo gordo
Ya te ha picado el gusanillo de las camisetas veraniegas!! Esta es la primera de la temporada pero seguro que no es la última. Recuerdo que en tus planes de camisetas tenías pensado aplicar un osito, corazones, un perrito...
ResponderEliminarDe las aglomeraciones que comentas, ni te cuento, cuando hay mucha gente me desoriento y me despisto. Lo mío es el petit comité.
Siempre me haces lo mismo, la deliciosa camiseta o la preciosa quiche? Qué porras!! Me quedo las dos.
Un enorme abrazo y un besito.
Me sorprende que lo recuerdes Inés pero sí, próximamente... Estoy esperando que la interesada compre las camisetas de su talla. Me da una pereza horrible salir a buscar algo muy concreto y perder horas buscándolo. Estoy preparando lasaña... te guardo un trozo? Muchos abrazos
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