Pereza. A falta de aplicar el medallón central y unir los bordes, me faltan ganas de ponerme a coser en serio y terminar.
Las telas de varios proyectos en marcha se amontonan en la mesa.
Hay telas también sobre la alfombra, son compras recientes pendientes de apilar por color. Encima de la máquina una selección para un nuevo proyecto. En fin... se puede decir que en el cuarto de costura reina, ordenada en montones, una pereza inmensa.
Seguramente suena a excusa pero tenemos un tiempo tan cambiante que nunca sabes si te falta o sobra una chaqueta, si hay que ponerse sandalias o volver a sacar zapatos de invierno. Puede llover, calentar el sol o hacer frío todo en el mismo día. El privilegio de vivir en Bilbao.
Otro de los privilegios del norte es el paisaje y el agua. El fin de semana volvimos al pantano de Ordunte. Una caricia para la vista, nubes reflejadas en el agua, frescor, árboles y flores bordeando el camino.
Paseamos en silencio sólo interrumpido por algún ciclista madrugador y los pájaros. Llegando al coche nos alcanzó a paso rápido un pequeño grupo de tres personas quitándose unos a otros la palabra. Les dejamos pasar para no oírles hablando de trabajo. Trotaban, no sé si rumbo al coche o a la jubilación.
Bien pensado, todos caminamos hacia ese mismo destino pero se puede parar a contemplar el paisaje, fotografiar una flor o ver de cerca el agua. No es la meta, es el camino.
Calma Esther, ya sabes que las ganas van y vienen, disfruta de paseos, si hay buen tiempo aprovéchalo, ya volverán las ganas, poco a poco, te entiendo porque yo estoy igual, miles de proyectos en mente y sin ganas de nada.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y arriba ese ánimo!!!
Que fotos tan bonitas! Y ya cuando sea y tengas el deseo de terminar ese proyecto, quedara precioso.
ResponderEliminarBesos
Es una maravilla tener la naturaleza tan cerca y todo tan verde.
ResponderEliminarLas ganas de coser van y vienen hay que aprovechar cuando aparecen, pero lo bueno es que tienes los materiales preparados.
Ánimo!!
el ajuar de beatriz
Hola Esther, hoy te quiero agradecer la escritura que nos brindas, me la tomo como una poesía. Las fotografías son preciosas, verde, cielo, flores... y tus labores tranquilas y sosegadas seguro que llegará un momento en que dándoles un empujoncito serán preciosas y volverán a animarte la vista y el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo.