Me recupero poco a poco de una dolorosa ciática, fruto de un verano con demasiado
trabajo y poco ejercicio físico. Hoy retomo
las clases de patchwork y la piscina. En un par de semanas comenzaremos las
clases de baile. Espero que para entonces mi esqueleto esté convenientemente
“engrasado”.
Me encanta la gama cromática de mi nueva
mantita de sofá. Este fin de semana he organizado por fin los bloques y confío haberla
montado antes de Navidades. Los nueve bloques originales se han quedado en seis,
y aún así, las dimensiones finales del quilt
serán 140x200.
Buscando un curso de Electric Quilt, llego a unas
imágenes de quilts expuestos en iglesias. Sonrío pensando en el patch como
nueva religión para todas las devotas del las telas y del color. Imagino
procesiones en las que cofrades arrepentidas del tiempo robado a la familia, paseen
sus colchas por las call-... ya vale Esther… te estás dejando llevar…
Y hablando de devociones… Amali nos regaló unos
tomates-joya de su huerta, y Sara huevos de las gallinas de su vecina Maribel. Lo
acompañamos todo con un pan del horno cercano a casa. Cuando nos sentamos a la
mesa daban ganas de bendecirla con un:
“gracias por los estos alimentos que
vamos a tomar y por los generosos amigos que los comparten“.
Espero sigas bien con tu recuperación, tienes que estar preparada para disfrutar de tus clases de baile. Seguro que la vuelta a la rutina te ayudará. Tengo muchas ganas de ver tu manta de sofá terminada. A mi me cuesta mucho la vuelta a la rutina, este año he decidido intentar tomarme las cosas con mas calma,cuidarme y disfrutar de lo que hago, nada de obligaciones (me refiero a la costura).Seguimos hablando. Feliz semana.
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