Hoy hace un mes
de mi llegada a Haití. Antes de irme todas las conversaciones estaban
salpicadas de palabras como adaptación, valentía, locura… Pienso según escribo
en encontrar treinta cosas que celebrar:
1. Despertarme sin reloj
2. Vivir sin horarios
3. Desayunar en la terraza con un libro
4. No usar jerséis
5. Calarme cuando llueve torrencialmente
6. Bañarme a cualquier hora en la
piscina
7. Comer todos los días 3 veces
8. Echar la siesta a demanda
9. Leer un par de libros por semana… o
más
10. Coser todas las horas del mundo
11. Hornear pasteles
12. Oír mis pensamientos
13. Hablar con los amigos en la distancia
14. Hacer planes de futuro
15. Cambiar los planes de futuro
16. Improvisar si faltan ingredientes en
la Vida o en la nevera
17. Aceptar que las cosas son como son
18. Bailar en la terraza con la música a
tope
19. Sentirme afortunada por todo lo
anterior
20. …
Este babero lo bordé a punto de cruz para un compañero de mi
marido que espera su segundo hijo. Ha vuelto a Francia después de varios años
trabajando expatriado.
Contaba por mail que, su otro hijo de cuatro años, no
para de llorar desde que ha vuelto. Echa de menos Haití. Adaptación. Sigo enumerando motivos para celebrar. Antes
de que acabe la tarde llegaré sobrepasaré los 30 a buen seguro.
Precioso!!! Seguro que gustara porque es un detalle fino y practico!!!! Besos y sigue disfrutando. Besos
ResponderEliminarGracias Isabel! Estoy deseando ponerme manos a la masa con otro par de ellos. Fondo de armario para pequeños regalitos. Besitos
EliminarPrecioso como siempre. Debe de ser duro adaptarse a un país tan diferente y vivir esa aventura que no es la tuya por seguir con un proyecto de vida. Te leo triste y como con resignación, y aquí tus lectoras emocionadas con el cambio de aires. Aqui te esperamos cuando vuelvas con una taza de té calentita o helada según la estación. Besos enormes
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMarííííaaa!!! Qué nooooo que seguramente me he explicado mal. Me siento afortunada de vivir esta aventura. Sería duro si fuera un traslado permanente. Me pesa un poco tener la nevera llena cuando sé que mucha gente no come tres veces al día o que pide para comer. Soy afortunada por tener todo el tiempo a mi disposición y poder leer, coser, ver pelis, bañarme en la piscina o dormitar al sol. Ser europeo en Haití no es malo. Lo malo es ser pobre en Haití. Prometo un post haitiano. Sin costura. Con fotos y espero que con algo de esperanza. Un beso y un gran abrazo.
ResponderEliminarP.D.: Ejem... que me he pasado por tu casita bloguera y nada... sigo esperando el final del Civil War :D
Ha sido un mes duro aquí, donde parece que tenenemos de todo pero no es así. Volveré a recuperar las costumbres.
EliminarTe leo feliz❤
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarQue babero mas lindo Esther, que bien que tengas tiempo para hacer todas esas cosas que te gustan.
ResponderEliminarPor fa, foto tuya en la playita para que nos chinchemos de la envidia.
Besicos, Maribel
Ayyy Maribel!!! Estoy como un cerdo en un lodazal!!! No me acordaba ya de lo que era tener tiempo para mi. Todo el rato disfrutando. No paro de leer, coser, cocinar... Ayer hice helado de mango. Ñam Ñam!!! Ya pondré foto de la playita ya pero aunque esto sea una isla el tema playas no es tan sencillo. Este més iremos un finde al sur y caerán esas fotos. Muchos besossssss
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