Pequeñas Victorias

A ratos, entre cabreo y cabreo, he acolchado el pájaro del taller de Marina Landi. Una pequeña victoria entre tantas labores pendientes de acabar. Volvimos de vacaciones hace semanas pero no encuentro el momento de sentarme a coser sin interrupciones.  Los telediarios me producen espanto. A una mala noticia, le siguen tres más sin tiempo o tregua para asimilar nada. 

Tampoco ha ayudado demasiado la batalla de 21 días intentando que Movistar le arreglara la línea telefónica a mi madre. Aún hoy no sé el porqué del corte. Me quedan vivas (que no sanas) un par de neuronas. Sobrevivieron a duras penas a absurdas conversaciones con el call center cargadas de  protestas, juramentos y un tormentoso y surrealista cambio de compañía. Otro día lo contaré...

Me despido con imágenes de Maison Picassiette el humilde paraíso de Raymond Isidore. Belleza, espiritualidad y locura.

"Pienso por la noche en la gente que es infeliz (...) y me gustaría explicarles lo que mi espíritu me dicta para hacer la vida más hermosa. Ellos podrían hacer lo mismo pero no se atreven. Mis manos me devolvieron la felicidad (...) Estamos en un mal siglo, me gustaría que al salir de aquí la gente también quiera vivir entre flores y belleza. Busco la manera de que los hombres salgan de su miseria."