viernes, 17 de mayo de 2013

Cuando las cosas encajan


Paseaba esta mañana por el parque y pensaba que a veces, con grandes dosis de paciencia las cosas acaban encajando por sí mismas.

Esa es la historia de este bolso recién acabado. Iba a ser un bolso tipo victoriano, pero al montarlo el patrón resultó ser demasiado pequeño para la boquilla que había comprado, así que lo arrinconé en la estantería de los proyectos abandonados.

Más tarde llegó un collar de cuentas marrones que rescaté el mes pasado de un puesto del rastrillo de Zorrozaurre. Le faltaba el cierre pero tenía personalidad y con un pequeño arreglo quedaría genial. Ayer les llegó a los dos su momento. Juntos quedan bonitos y le dan al bolso un cierto aire retro, remarcado por el cierre de imán en forma de flor.

Regresé a casa pensando si la paciencia nos ayudará a salir de este momento económico que vivimos, o si el momento acabará con nuestra paciencia…





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