lunes, 16 de diciembre de 2013

Mail from Lanzarote

Acabar de acolchar mis Retales Sorpresa entrará en el capítulo de buenos propósitos para el próximo año. Con el lío de las últimas semanas, incluso se me ha olvidado enviar las felicitaciones de Navidad.



La primera vez que oí en boca de un amigo argentino: "el lenguaje construye la realidad, flaca" me pareció un tanto exagerado pero leyendo un correo de mi tocaya Esther me lo replanteo...

Sus palabras destilan dulzura y cariño. Hasta sus hadas hechas con lana multicolor, son reflejo de su lenguaje y forma de ser. Aquí, en el norte, somos parcos tanto en el lenguaje como en los gestos. Pero bajo esa capa de aparente indiferencia aliñada con una pizca de hosquedad, somos tan mullidos como un cojín de fino plumón.

Cuando mi marido lee lo que escribo, opina temeroso: "suena ñoño". Pero yo me alegro, porque siento que me he desprendido de la corteza dura y además... ¿qué importancia podría tener?. Es por ello que cierro esta entrada y adopto la despedida de Esther, haciendo de sus palabras postal navideña y feliz deseo para el Año Nuevo: Adios linda, mil besos y mil flores




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