Me siento tan incómoda abriendo
regalos que no suelo celebrar mi cumpleaños. Temo que mi expresión al
desenvolverlos, estropee la ilusión del que regala. Sin embargo, cuando llega
el cartero o el mensajero con un paquete, me siento como un perro con hueso
nuevo. Noooo, no llego a enterrarlo, pero espero hasta tener un rato tranquilo,
me revuelco en la alfombra me rasco la oreja (es broma, eh?) y lo abro.
Este mes han llegado dos sobres:
uno de Carmen
El otro paquete-sorpresa es de
Livy {AQUÍ}. Me mandó mail anunciando el envío y la sorpresa fue un ohhh
después de otro al ver el contenido: una casita hecha por ella...
Una inspiradora tela vintage, con la
que me haré una nueva bolsa para los zapatos de standard.
Y más botones!!! Estos, como le
decía no sé si coserlos en alguna prenda o comérmelos…
Gracias a las dos por la ración
de ilusión que contenían vuestros sobres. Me siento afortunada, muy muy afortunada.
Me alegro mucho que te gustaran los detallitos y gracias por enseñarlos en tu blog.
ResponderEliminarTe deseo una feliz semana otoñal, ya era hora!!
Besos y mil gracias :)))
EliminarFelicidades por esos bonitos regalos, que los disfrutes.
ResponderEliminarLos baberos son una monada y me ha encantado la tela de las bolsas retro.
Besicos, Maribel
Gracias Maribel! ese tipo de regalos gustan más que los "programados" para fechas señaladas, verdad? Internet es un paraíso donde comprar todo tipo de telas. Un beso
Eliminar