“Los
sueños son esquivos y no se dejan alcanzar”. Hablaba con suavidad
mientras envolvía cuidadosamente una escultura en plástico de burbujas y la
embalaba en una gran cajón rumbo a Texas. Me lo decía el mensajero de UPS, siempre con su maravillosa filosofía de lo cotidiano.
Oírle era como abrir unas galletas de la suerte o leer un poema de Benedetti.
Se iba siempre dejando tras él, un hueco en las estanterías de la tienda y una brillante
estela de sabiduría.
Salgo con Lola, paseamos bajo el paraguas, esquivando charcos. A ninguna de las dos nos apetece demasiado. Volvemos a casa, Lola sacudiéndose el pelaje y yo, el frío del invierno. Subo la calefacción y me siento ante el ordenador para seguir archivando imágenes. Aparece una carpeta con fotos de una bolsa ya olvidada. Es gris y plata, como el día al otro lado de la ventana.
Salgo con Lola, paseamos bajo el paraguas, esquivando charcos. A ninguna de las dos nos apetece demasiado. Volvemos a casa, Lola sacudiéndose el pelaje y yo, el frío del invierno. Subo la calefacción y me siento ante el ordenador para seguir archivando imágenes. Aparece una carpeta con fotos de una bolsa ya olvidada. Es gris y plata, como el día al otro lado de la ventana.
Me encanta la combinación de telas. Te he conocido por patchwork en casa
ResponderEliminarSaludos
Gracias por tu visita. Un beso
EliminarUna labor maravillosa.
ResponderEliminarBesicos, Maribel
Hola Maribel! quedó bonitaaa. Era para mi madre y a mi tía le gustó tanto que mi madre no tuvo otra opción que regalársela. Besitos para tí.
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