El primero de los bloques de esta entrega, lo empecé una noche de calor
bochornoso y pocas ganas de dormir. Montaba piezas pensando en las lectoras de
la revista The Farmer´s Wife y su unánime respuesta a la pregunta del concurso.
Tras no poca reflexión, concluyeron que el campo, superaba en placeres y
beneficios a la vida de ciudad. Por todo ello, no dudarían en dar su bendición
a un posible marido granjero para sus hijas.
Si trasladáramos esa pregunta a nuestros días, dudo que la respuesta fuera
tan favorable como entonces. En estos ochenta y tantos años, el cambio ha sido
abrumador y la profesión de granjero seguro que está en las últimas del ranking
de “qué quiero ser de mayor”.
No soy ninguna nostálgica (o tal vez sí…) pero desearía, al igual que
aquellas granjeras, disfrutar de las bondades del campo, siguiendo el curso de
los días y las estaciones. Caigo en mis propias contradicciones porque me
cuesta vivir sin internet, sin un supermercado bien abastecido, sin las
comodidades de un hogar moderno…
Supongo que estoy bajo el influjo, ¿o el
embrujo? de un librito encantador que una amiga me regaló. Curiosamente, la
próxima semana se estrena la película basada en el libro pero para entonces
estaré muy lejos. Seguiré soñando. Nada es incompatible ¿verdad? Tendré que
encontrar una casa bonita, no demasiado lejos de una ciudad en la que hacer
incursiones, y con una buena señal de internet que me permita seguir compartiendo palabras,
imágenes, costuras y libros.
Pero que extraordinaria labor tienes entre manos!!!
ResponderEliminarYa estoy deseando ver los siguientes cuadrados... y sobre ese libro he oído muy buenas opiniones, lo tengo en espera, ya llegará el día que le toque.
Y has hecho buñuelos? Que ricos, un abrazo
Ya te echaba de menos el ver tus trabajos y como nos los expones. Creo que muchas veces añoramos una forma de vivir distinta a la habitual, pero efectivamente hay una ciertas contradicción en nuestros deseos. Patch, lectura y dulces, qué buen trío.
ResponderEliminarUn beso
A mi también me costaría abandonar ciertas cosas a las que estoy acostumbrada, vale por unos días cuando te vas de vacaciones, pero no mas, aunque seguimos soñando con un tipo de vida más de época, pero para eso está un buen libro.
ResponderEliminarLos bloques te han quedado de lujo
Besos
Viendo tus bloques es fácil imaginarte cosiendo un precioso quilt,sentada a la luz de una ventana por la que te llegan los aromas campestres que te trae la brisa del atardecer.... después "echarás un ratito de Internet" feliz como una perdiz,que dirían los lugareños....
ResponderEliminarNo abandonemos nuestros sueños.
Este librito...está el primero en mi lista de lecturas..
Gracias por tus sugerentes post.
Un abrazo
cuando la encuentres avisa, yo ando buscando eso también.
ResponderEliminarTus bloques son preciosos!!
Esther nunca me dejas indiferente con tus entradas.
ResponderEliminarSe atisba nostalgia en tus palabras, ya no solo por la lectura, supongo y por lo que he leído en tus entradas anteriores, por la distancia que entiendo en ocasiones debe ser difícil de sobrellevar.
Tus bloques como siempre son impecables, con una técnica insuperable y un gusto exquisito para elegir las telas.
Como siempre me dejas con la boca abierta y esperando tu siguiente publicación.
Un fuertísimo beso
Totalmente de acuerdo contigo estoy, Esther. Puede que yo también sea una nostálgica, pero me apetece la vida tranquila del campo... por supuesto, sin prescindir de los beneficios que nos ofrece la cercanía de una ciudad... ¿será mucho pedir?, yo creo que no.
ResponderEliminarMagníficos bloques los que hoy nos regalas, sigo impresionada con tu habilidad combinando las telas, el resultado es fantástico. Preciosos también esos fussy cut!!
Un beso grande
Magnífico post, me siento reflejada en él... yo hace 2 meses que he cambiando vivir en una gran ciudad, a vivir en un pueblecito de 1200 habitantes....y la verdad, se vive tranquilo, y con internet es muchísimo más fácil, para que nos vamos a engañar...Los bloques te han quedado preciosos, perfectos!!
ResponderEliminarTú vas a lo grande!!!!. Pedazo de trabajo, y las telas ideales para ello.
ResponderEliminarA mí me pasa igual, me encantaría vivir en mi pueblín de Asturias, pero siempre echo de menos un poco de ruído de la ciudad. Y cuando estoy en la ciudad echo de menos esa tranquilidad. Bufff, que contradicción.
Si es que no hay quien me entienda, luego dice mi marido que soy un poco complicada. Jajajaja, voy a darle la razón, pero solo aquí entre amigas.
Un besín
Qué paz y tranquilidad... cuando me jubile... quién sabe... un sueño más dentro de tantos.
ResponderEliminarSon fantásticos Esther,el de la silueta me tiene alucinada.
Ansiosa por los próximos,un gran beso
Éste es el sueño de muchas entre las que me encuentro, Esther.. una casita en el campo, a poca distancia de una ciudad, con internet ¡y asequible! Mientras nos toca o no la primitiva, nos queda el consuelo de admirar tus bloques y quedarnos ojipláticas con la maestría con la que combinas las telas. No sé si me gusta más el Linoleum de la mariposa o el Friendship Block de la silueta, porque ambos son espectaculares.
ResponderEliminar¡Besotes!