#yomequedoencasa: Rosa

Nunca digas nunca. Todo es posible. Jamás hubiera pensado en subir y bajar seis pisos andando por puro placer, pero desde que empezó el confinamiento, he dejado de usar el ascensor. A mediodía, cuando volvemos del paseo, Maggie sube despacio olfateando con su pequeña nariz en cada puerta. El aroma a arroz con leche del 1ºA (mmmmm qué rico) nos acompaña hasta el tercero. En el cuarto sisea una olla con garbanzos. Y un delicioso pescado se asa en el horno del 5ºB. Maggie se sienta en el felpudo esperando inútilmente una invitación. "Vamos tontuna, apresúrate que quiero terminar un bloque antes de comer".

Este bloque parecía no acabarse nunca. Cuatro estrellas de 3", la central de 4" y las piezas rectangulares con hojas aplicadas. Deseosa de unirlas y pasar página.

Mi gozo en un pozo, porque el siguiente bloque presentaba más problemas. Un fondo claro en los estampados florales hubiera sido de gran ayuda, pero una tela era verde intenso y la otra azul, así que el bordado persa se complicó.

Los terminé por fin Maggie! Nos hemos ganado un aperitivo con música. Y como estamos en modo rosa que suene Amado Mío en versión de Pink Martini. Algunos la recordarán de la película Gilda, otros de la banda sonora de La Casa de Papel 4. Me sirvo un martini (blanco) y me despido con imágenes en rosa. ¿Tiempo de esperanza?