Hay días, bien pocos me temo, en los que tengo la fortuna de liberarme por completo de la esclavitud del reloj. Son días de soledad buscada, de estar a gusto haciendo lo que me apetece. Es entonces cuando la costura ligada a la música ocupa largas horas. Enciendo el ordenador, abro Spotify y pincho "descubrimiento semanal". El algoritmo de la aplicación semana a semana me tienta con nuevas canciones basadas en lo que me gusta: Tango negro, Adoracion, Over and over, Last tango on 16th street, Larmes noires.
Se acaba julio... me apunté a un intercambio de dollquilts hechos con telas Tilda y estoy entretenida uniendo bloquecitos. El patrón, con forma de concha, es un clásico que hacía tiempo quería probar. Debo estar en racha, la semana pasada estuvimos en el Museo del Indiano de Colombres que también llevaba tiempo en la lista de lugares pendientes de visitar. Todo llega... o eso espero. Nos vemos en septiembre.
Cuanto tesoro Esther!!! Ese corazón me ha dejado enamoradita!!!
ResponderEliminarLas fotos preciosas, un sitio que tengo pendiente!!!
Un abrazo fuerte.
que bonito ese trabajo, coser y escuchar música lo mejor del mundo
ResponderEliminarel ajuar de bestriz