A pesar del dulce aletargamiento del verano, sigo sacando momentos para la aguja y el
hilo. Es por eso que se agradecen los
pequeños proyectos. Esta semana me he entretenido con unos baberos, y he revoloteado
también por las estanterías seleccionando telas para unos monederos que, seguro
encuentran nuevo propietario en Navidades.
En cuanto a los baberos,
envolveré un par de ellos en papel de regalo para María. Espera su segundo
nieto para dentro de unos meses. Esta vez será una niña, así que planea
felizmente una bonita colchita para la bebita.
Yo, aún conservo la mantita de
mi cuna. Es azul, con un conejito central. En aquella época el sexo del bebé
era una incógnita hasta el último momento; supongo que a eso se debe el color…
Qué bonitos Esther!!!!
ResponderEliminarSon tan preciosos que da pena mancharlos!!!!
Un beso.
Gracias! Me encanta regalarlos, se hacen tan tan rápido...
EliminarUn abrazo y buen verano