Llega
un mail de Pili: un powerpoint con maravillosas fotos macro
de flores e insectos. Me gustan tanto esos planos cortos, en los que el objetivo
de la cámara parece rozar la flor cubierta de gotas de rocío...
Bajo la influencia del
French Breakfast Tea de Carmen y las magdalenas que horneé
ayer, llego a la extemporánea conclusión de
que el asunto tiene que ver con mi idea de “perfección”.
Me
explico… el objetivo se centra completamente en el objeto haciendo desaparecer
el entorno y con él, cualquier molestia visual. El acercamiento al objeto realza
su belleza al poner de manifiesto detalles que el ojo no capta a simple vista.
Uff! qué llevará este té…?
Abro
otro correo y aparece un fantástico collage de Pili dedicado a su madre. Tiene
alma de artista y aunque el patchwork le venía un poco pequeño sigue haciendo trabajos
como esta manta de telas recicladas para el coche de su hija. Quedará genial en
el asiento trasero…
Se
hacen mayores y entristece ver el inevitable deterioro de los años que pasan. Como
a la mamá de Pili, a mi madre y a sus hermanas, los años y la vida se les han
echado encima. Prefiero recordarlas sentadas alrededor de una mesa compartiendo
recuerdos de juventud, bailes y anécdotas familiares.
Tiempo
de tomarme otro té y terminar la manta-cojín que va a ser tan alegre y
divertida como las carcajadas de mis picaronas tías o la sonrisa con ángel de
la mamá de Pili.
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