Sábado tarde: sofá, siesta y cielo gris. Despierto al final de un programa americano de decoración. En él, todas las parejas suspiran por una cocina de "concepto abierto", desde la que puedan controlar a sus retoños, mientras cocinan para los amigos.
La idea no es mala, pero me
imagino a esos amigos volviendo a casa después de la cena, envueltos en olor a asado
de carne o pescado frito, marinados en cerveza Duff (a lo Hommer) y vino
californiano. Y los sofás, acumulando capas de grasa año tras año…
Esta semana, he terminado un
sencillo delantal: tela estampada, acolchado a máquina y ribeteado con un bies
rojo. Dudé a la hora de coser el bolsillo en forma de corazón. Finalmente decidí
que fuera la destinataria del regalo, la que lo sitúe a su gusto.
La pobrecilla me da un poco de pena, jua, jua, juá… Tiene una cocina
convencional: nada de sofá y televisión, ni puerta de acceso al jardín, ni
vistas a las montañas, ni charla con los amigos mientras cuaja una tortilla de
patata. Su vida debe ser tristísima… será por eso que se va varias veces al año
a Canarias en busca de “conceptos abiertos”.
Con o sin bolsillo te ha quedado precioso, pero estarás conmigo en que mucho mérito tiene la original tela que has escogido, y es que ¿dónde encuentras las curiosas telas que siempre luces?
ResponderEliminarNo seguimos viendo!!!!!
Un beso
Pues sí, tiene un estampado que no admite mucho adorno más. Las telas "salen" de internet. Se encuentra de todo y yo me dedico a invertir en estampados y algodones varios. A ver cuándo quedamos y vamos a la tienda nueva de la que nos hablaste. Besitos
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