domingo, 8 de febrero de 2015

Decálogo del Confort Invernal

Aún me quedan dos horas largas para salir del trabajo… tengo hambre y pies fríos. Afuera aprieta el invierno. No me extraña que los europeos del norte se depriman y escapen con la menor excusa al Mediterráneo. Sin casi quererlo, me encuentro soñando confortables sensaciones para aves del frío (así me llama mi madre) que ansían estaciones más propicias:

  El sol de mediodía
   Un cálido abrazo
   Una taza de té
   Un jersey de lana
   Un baño caliente
   Un tazón de sopa
   Un bizcocho esponjoso
 Una tarde de spa
   Un cucurucho de castañas asadas
Una sesión de manta eléctrica



Hace bien poco, sustituí la funda de mi querida y muy necesaria manta eléctrica, por otra más alegre y decorativa. Una nota de color en el sofá que acompaña días de frío, dolores de espalda y siestas.
















Cuento los días del largo camino hacia el verano. Os dejo un campo de girasoles para iluminar la espera.


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