sábado, 12 de diciembre de 2020

Donna Donna


Suena Joan Baez. Donna Donna. La canción siempre me pareció triste pero nunca tanto como hoy. Me cuenta mi tía por teléfono que esta semana había vendido un ternero, un becerriño de seis meses. Lo subieron a un camión rumbo al matadero pero saltó y escapó. 
Tardaron días en dar con él, estaba lejos, muy lejos de su aldea. El final de la historia es triste. Lo intentaron durante horas pero no les dejó acercarse y finalmente le dispararon. 

On a wagon bound for market
There's a calf with a mournful eye
High above him there's a swallow
Winging swiftly through the sky

Seguramente no comprendía su destino, pero me emociona pensar que el instinto de supervivencia le hizo ganar días de vida y momentos de libertad absoluta pastando en aquel prado verde y húmedo. El ternero de la canción también se cuestiona su destino, mira al cielo con ojos tristes y pregunta al granjero porque no puede tener alas como la golondrina y volar libre. 





No para de llover y llover... Estos días ando enredada con los bloques del Baltimore mientras acabo de ver la segunda temporada de "El cuento de la criada". Otra historia que da mucho en que pensar. Mejor lo dejo aquí y aligero contenido con imágenes de los bloques.








Qué bueno es sentirse vivo... Sentir el viento en la cara, la hierba fresca bajo los pies, el olor de los jacintos que ya empiezan a florecer y la pena por el final de los cuentos que no podemos cambiar.




7 comentarios:

  1. Hola Esther, cómo te están quedando de preciosos estos bloques, claro que tienes santa paciencia para montar cada uno, todos los detalles son pocos, así que quedan perfectos.
    Me gusta mucho Joan Baez.
    Un abrazo.

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  2. Una historia triste, por su final, pero con mucho sentimiento por parte de ese pobre becerrillo que seguro que el no sabia su destino pero su instinto le llevó a estar libre por unas horas...
    Preciosos bloques y me ha llamado mucho la atención como montas esos capullitos de flores tan elegantes y con el relieve que le das a la labor queda fino y muy delicado. Me encantan tus bloques y las telas. Besoss

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  3. ¡Qué bloques tan bonitos! la historia da mucha pena. Ha dejado de llover y ahora viene el viento, mi perro tiene miedo al ruido que hace el viento en casa; ayer mismo pensaba, los animales y los humanos no somos tan diferentes, ambos podemos sentir miedo; y ahora con tu historia, está claro que el instinto de supervivencia es otro rasgo común; lo único que es exclusivo de los humanos es la crueldad. Creo que estas Navidades me decantaré por la verdura :-(
    un abrazo

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  4. Bueno. Las cosas vienen así. Es una faena para todo el mundo, porque el becerrillo tenía su función y ha habido un incidente que ha transtornado todo el plan, a tu tía, al transportista, al matadero, a ti...Estoy segura de que tuvo una buena vida y que al final el animal diría: "que me quiten lo bailao". Respecto a tu baltimore, ¿Qué puedo decirte? ¿Que no puedes hacerte Amish porque tus bloques son la perfección absoluta? Pues sí, te lo digo. Perfectos. Y un buen gusto impresionante. Gracias por compartirlo. La costura y la historia. Un abrazo.

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  5. Qué triste Esther, no sé cual es mejor final la verdad.
    Tus apliques ya sabes que me encantan, tus manos son de hada y esa cajita me ha dejado enamorada.
    Besitos fuertes

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  6. Jo!!, que pena lo del xatín. No quiero ni pensar en lo que le pasaría por la cabeza al pobre. Cuando es así, me acuerdo mucho de la peli Ferdinan. Que bonita!.
    Los bloques como siempre una preciosidad.
    Te das cuenta de la cantidad de cajitas que tenemos para meter las cositas!!!. Somos adíctas!!.
    Cuídate mucho.
    Un besín

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  7. Ayyy Ester, es que leer tu blog no es lo mismo que verte por instagram (que me alegra!!!) pero no hay color... en fin tus bloques preciosos como siempre, impecables... Y de las cajitas, qué te voy a decir... ayer justamente lo hablaba con una amiga, que es por la que empecé en este mundo, y es que nos gusta a todas!!! jaja

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